sábado, 24 de noviembre de 2012

Manual de comportamiento en el antro.

1 Si bien unas cuantas copas contribuyen a la diversión, demasiadas te vuelven insoportable. Evita ser el borracho que nadie aguanta y no te bebas hasta la última gota de paciencia de quienes te rodean. 

2 No seas un mueble. Hay noches en que se antoja salir más que otras, pero si ya estás en la fiesta, ahórrate la cara y descruza los brazos. Si intentas 9 pasarla bien seguramente lo acabarás haciendo. 

3 Nada acaba más rápido con la fiesta que una pelea. Si alguien busca bronca, es mejor retirarse. Lo vas a agradecer en la mañana.

4 Si no has visto a tu pareja en toda la semana, el antro no es el lugar para desahogar la pasión. Eviten el espectáculo y váyanse a un lugar más privado.

5 Arreglarse es de esperarse, sin embargo, no rayes en el ridículo. El antro no es el lugar para desquitar el outfit de la boda a la que no te invitaron.

6 No hay nadie más molesto que quien llega a una barra atascada creyendo que el billete en su mano hará que le sirvan primero. Espera –como el resto de los mortales– tu turno.

7 No aproveches una pista de baile llena para desquitar las frus- traciones de tu vida. Mejor busca un buen psicólogo y ahórra- te los codazos, empujones y pisotones.

8 ¿Qué es más patético que robar del vaso ajeno? Si el precio de las bebidas excede tu presupuesto, la solución está en precopear antes de llegar, o de plano, ponerte a ahorrar.

9 Que el antro sea obscuro y apretado no es una invitación a las manos errantes. Guárdatelas o aguántate una cachetada bien merecida.

10 Insultar al cadenero porque no te dejó pasar solo va a aumentar tu humillación; todos se van a enterar y tus posibilidades de entrar algún otro día serán prácticamente nulas.

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