Mi perra.

Saqué a pasear a mi perra la cual es una labrador, nos cruzamos con un pastor alemán, se quedaron viendo fijamente, después de unos minutos de olfatearse, el pastor se puso a ladrar, supongo que le estaba dando un sermón y que mi perra es atea por que solo lo ignoro.


Dejara de ser una perra.

Clásicas de peda y tragame tierra.

Alguna vez me pasó, lo que a todos alguna vez nos ha pasado: un amigo tenia 2 semanas de haber cortado con su ex por que ella le puso el cuerno, al calor de las rones, whiskys y cigarros, sucedió la clásica llamada; el implorándole regresar y ella en su plan de ofendida, con el altavoz puesto escuchamos de su propia voz: "ya wey, superalo, no sabes perder..."
En vez del clásico "uhhhhhhh" todos nos quedamos callados pues nunca esperamos tan culera respuesta, a la cual mi cuate respondió: "Que ironía, si tu me enseñaste a perder la confianza...¡PENDEJA!" el "uhhhhhh" fué unisono y determinante para que ella colgara. Acto seguido todo fué consuelo, más chupe y una clásica ida al "Julys teibol dans", esa fué la última vez que lo ví.
A 6 años de lo sucedido, hoy me lo encontré en la calle cuando venía rumbo al trabajo, platicamos escasos 5 minutos de varias cosas, a lo que solo atiné a recordar esa última peda:
- ¿te acuerdas de esa vez? tu pinche grito de pendeja fué épico cabrón, no mames
- si verdad... me junte con ella we, ya vamos por el segundo...
- ...
Lo bueno fué que me dejó muy en claro que no tenía face.
Ninguno de los dos.
Por algo ha de ser...